El simbolismo del diluvio y el Arca de Noe

El relato del Arca de Noé es una historia rica en simbolismo y enseñanzas profundas. La historia, más allá de ser un relato de supervivencia y fe, es un compendio de conceptos místicos profundos. En este relato encontramos múltiples dimensiones de la realidad a nivel físico, biológico, humano y también en la dimensión espacio temporal.

La dimensión física se refleja en la estructura misma del Arca, que simboliza las tres esferas de BiYA: Bryah, Yetzirah y Asyah (los mundos de la creación). Estas representaciones de la realidad física, informativa y espiritual, son esenciales para comprender la complejidad de nuestro mundo.

Desde una perspectiva biológica, el Arca es comparable a una célula viva, donde cada compartimento sirve a un propósito específico, similar a las estructuras celulares en biología. En el ámbito humano, el Arca se ve como un reflejo de las facultades físicas, emocionales e intelectuales del ser humano, proporcionando un modelo para entender nuestra propia naturaleza. La dimensión temporal nos enseña sobre la importancia de vivir en el presente y cómo el tiempo mismo es una vía hacia una comprensión más profunda de la vida. Al igual que Noé y su familia, sobrevivir en tiempos turbulentos, requiere vivir plenamente en el momento presente, una enseñanza que trasciende el tiempo y el espacio, llevándonos hacia una comprensión más profunda de nuestra relación con lo divino.

«Una ventana harás al arca, y de un codo la acabarás por arriba; y la puerta del arca pondrás a su lado; harás de abajo, segundos y terceros pisos»

Génesis 6:16:

El Baal Shem Tov ilustra cómo el Arca (Tevá) es una metáfora para la palabra y la plegaria. Según él, al igual que una ventana en el Arca dejaba pasar la luz, nuestras plegarias y estudios de la Torá deben ser luminosos, permitiéndonos ver más allá de nuestro mundo físico.

Adentrándonos en el aspecto más místico, encontramos que las dimensiones del Arca se vinculan con los nombres divinos (YHVH y Adonay) en guematría, relacionando los dos nombres:

  • La letra Yud (10) multiplicada por Alef (1) da 10, relacionado con los 10 codos del Lugar Santísimo del Tabernáculo o Mishkán.
  • La letra Hei (5) multiplicada por Dalet (4) da 20, que corresponde a los 20 codos del Heijal.
  • La suma de estos valores (10+20) da 30, igual a la altura del Arca de 30 codos.
  • La letra Vav (6) multiplicada por Nun (50) da 300, que es la longitud del Arca.
  • La segunda letra Hei (5) multiplicada por Yud (10) da 50, que es la anchura del Arca.

Otro ejemplo, la longitud del Arca de 300 codos se asocia con la letra «Shin», su anchura de 50 codos con la letra «Nun» y su altura de 30 codos con la letra «Lamed», formando la palabra «Lashón» (lengua o lenguaje).

«Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura»

Génesis 6:15:

Además, el diseño del Arca en niveles refleja estructuras sagradas y niveles espirituales . Rashi señala que cada nivel del Arca simboliza un aspecto diferente de la existencia, aludiendo a los mundos de Atzilut, Briáh, Yetzirá y Asiyah.

Este análisis del Diluvio y el Arca de Noé, desde su construcción física hasta su significado espiritual, revela cómo en la Torá se incluyen ocultas distintas capas de sabiduría, desde su interpretación más literal a la más profunda, abriendo todo un abanico de exploración y conocimiento que nos ayuda en el aumento de nuestro nivel de conciencia.

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