En la búsqueda humana por comprender nuestras raíces cósmicas, dos narrativas coexisten y suelen estar en conflicto: la perspectiva científica y la visión religiosa. La ciencia, armada con teorías como el Big Bang y avanzadas tecnologías observacionales, estima la edad del universo en aproximadamente 13.8 mil millones de años. Esta visión se basa en evidencias empíricas y en un entendimiento de las leyes físicas que rigen el cosmos. Por otro lado, muchas tradiciones religiosas presentan una cronología muy diferente como la del cristianismo y el judaísmo que sugieren una edad de alrededor de 6000 años. Esta divergencia es una de las razones por las que ciencia y fe se enfrentan.
Desde la Cábala, nos encontramos con una perspectiva que, en lugar de contraponerse directamente a la ciencia, ofrece un enfoque más simbólico y metafísico. La cábala no se enfoca tanto en las cronologías literales como en los procesos y estados espirituales. En este contexto, la interpretación de la edad del universo ofrece una visión más profunda y menos literal, que armoniza de manera única con algunos de los descubrimientos más intrigantes de la ciencia moderna.
En un profundo análisis realizado por el Rav Aryeh Kaplan (Nueva York, 1934 – 1983) en su libro The Age of the Universe: A Torah True Perspective, señala algunos aspectos tremendamente interesantes, como son:
- Teoría de los Sh’mitos en el Sefer HaTemunah: introduce la idea de múltiples ciclos de creación, cada uno de 7,000 años divinos. Este concepto sugiere que el universo es mucho más antiguo de lo que la interpretación literal de los textos bíblicos podría indicar. Esto nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza cíclica del tiempo en la cábala y cómo se contrasta con la percepción lineal del tiempo en la ciencia.
- Conversión de Años Divinos a Años Humanos: La interpretación de Rabbi Yitzchok de Min Acco, que convierte los años divinos a años humanos, resulta en una edad del universo cercana a los 15 mil millones de años, alineándose sorprendentemente con las estimaciones científicas. Esto plantea preguntas fascinantes sobre la percepción del tiempo y el espacio en la cábala y su posible correlación con conceptos científicos.
- Armonización de las Narrativas de la Creación en Génesis: La interpretación de las dos narrativas de la creación en Génesis como una creación en «pensamiento» y luego en «acción» ofrece una manera de reconciliar la cronología bíblica con las evidencias científicas de un universo antiguo.
Convergencia entre Ciencia y Cábala
Vamos ahora a explorar algunos conceptos cabalísticos fundamentales estudiados desde hace siglos que convergen con la ciencia y que, en el pasado, sirvieron a muchos alquimistas y científicos para profundizar en el conocimiento de la realidad.
El Concepto de Tzimtzum y el Big Bang
Según la teoría cabalística del Tzimtzum, que describe una «contracción» o una retracción del infinito (Ein Sof) para crear un espacio para el universo físico, se asemeja y tiene multitud de puntos en común con la teoría del Big Bang, donde el universo se expande a partir de un punto singularmente denso y caliente. Ambos conceptos tratan con ideas de creación a partir de una singularidad y expansión posterior.
Sefirot y Dimensiones Físicas
Las Sefirot de la cábala, consideradas como emanaciones divinas que estructuran el universo, pueden compararse con las dimensiones fundamentales en física. Así como las Sefirot representan principios o cualidades fundamentales, las dimensiones físicas y las partículas elementales son los componentes básicos del cosmos en la ciencia. Este paralelismo sugiere una sorprendente correlación entre los conceptos místicos y los científicos sobre cómo se conforma y opera el universo
El Tiempo y su Percepción en Cábala y Física
El tiempo en la cábala, especialmente en la teoría de los sh’mitos, es visto como cíclico y no lineal, una visión que encuentra eco en la teoría de la relatividad de Einstein, donde el tiempo es relativo y depende del observador. Esta similitud remarca cómo tanto la cábala como la física moderna rompen con la noción de un tiempo absoluto y lineal, ofreciendo en su lugar una visión más fluida y dinámica del universo temporal.
La Naturaleza Infinita del Universo
El Ein Sof de la cábala, que simboliza la infinitud y la fuente eterna de la creación, se refleja en las teorías cosmológicas sobre un universo en continua expansión y potencialmente infinito. Esta correlación entre el misticismo y la ciencia sugiere una comprensión más profunda y matizada del cosmos, uno que desafía nuestras percepciones tradicionales de límites y finales.
Implicaciones Teológicas y Filosóficas
A medida que vamos profundizando en la sabiduría cabalística y su relación con la ciencia, emergen preguntas teológicas y filosóficas cruciales. La fusión de estas dos esferas de pensamiento puede influir en nuestra comprensión de Dios, la creación, y la naturaleza del ser humano.
La Naturaleza de Dios
Este aspecto es crucial para poder seguir avanzando en la convergencia entre Ciencia y Cábala. La visión cabalística de Di-s es en términos se produce en términos de Ein Sof Sof y las Sefirot. El primero de ellos, el Ein Sof , como una realidad infinita no sujeta a la estructura espacio temporal y predecesora del proceso de evolución del universo; y, por otro lado, las Sefirot, como emanaciones de esa energia en este plano físico y posibilitadoras de toda la realidad creada. Debemos entender que no sería posible la dimensión infinita plena dentro del plano finito, ya que no podría existir infinito y finito a la vez. Por tanto, se ofrece una perspectiva más abstracta y menos antropomórfica de lo divino.
Creación Continua y el Papel del Ser Humano
La idea de un universo en constante expansión y evolución, tanto en la ciencia como en la cábala, lleva a la noción de una creación continua. Esto plantea interrogantes sobre el papel del ser humano en el cosmos. ¿Somos meros espectadores, o participamos activamente en este proceso de creación? La cábala, con su énfasis en la ascensión espiritual y la transformación del mundo, sugiere un papel proactivo y colaborativo en la constante manifestación del universo.
El Tiempo y la Eternidad
El concepto del tiempo, tanto en la física moderna como en la cábala, desafía la percepción tradicional del tiempo como una secuencia lineal y uniforme. Este entendimiento conlleva profundas implicaciones filosóficas sobre la vida, la muerte, y la eternidad. En este contexto, la cábala ofrece una visión en la que el tiempo es una dimensión de experiencias espirituales, más que un simple cronómetro de eventos físicos.
Pese a que tras leer este artículo, cada uno puede interpretar de diferente manera lo que en él se analiza, podemos ver que existe una correlación entre ambas. Podemos apreciar cómo la cábala y la ciencia, pese a sus diferencias fundamentales en método y perspectiva, pueden llegar a conclusiones similares sobre el cosmos. La integración de estas dos formas de sabiduría puede enriquecer nuestra comprensión del universo, demostrando que el diálogo entre misticismo y ciencia es no solo posible, sino también fructífero en nuestra búsqueda perpetua por el conocimiento y la verdad. Al hacerlo, no solo ampliamos nuestro entendimiento del cosmos, sino que también enriquecemos nuestra percepción espiritual y filosófica de la realidad. Nos invita a una comprensión más holística y profunda, donde ciencia y espiritualidad no son vistas como opuestas, sino como aspectos complementarios de una única verdad mayor.