Las imágenes de Dios

Las imágenes de Dios están prohibidas en muchas religiones. En este artículo profundizamos en la causa de esta prohibición y tratamos de aclarar por qué es imposible crear una imagen de Dios.

La creación o la existencia de imágenes de Dios es considerado, en muchos casos por muchas religiones, una blasfemia. Este modo de pensar, desde la perspectiva occidental, está orientado, cercano o relacionado con extremismos religiosos de distintas índoles que conducen a una visión radical y subjetiva de la espiritualidad y la mística.

Sin embargo , ahondando en las razones de algunas de ellas, no es tan extraño. En la antigüedad se llegó al concepto abstracto de divinidad como elemento de «Dios de revelación» para, así, poder también llegar a entender conceptos aún más abstractos como El Infinito. Esto supuso una gran ventaja para algunos místicos de la antiquedad (como los cabalistas) que llegaron a crear un enorme potencial intelectual que los condujo a ser capaces de entender el universo físico, pudiendo profundizar en la cosmología, la astronomía y la fisica.

La imagen casi infantil de un Dios ajeno al individuo que le observa y decide sobre él, regidor de todas las leyes del universo , choca en reiteradas ocasiones con el pensamiento científico  y tecnicista occidental. En este modo de pensar todo lo que no sea susceptible de ser demostrado, no existe. Gracias a los avances en Física, se está acercando el conocimiento a ese saber milenario que propone la Cábala.

Imagen casi infantil de Dios como un ser que observa y decide sobre lo creado

Por otro lado la creencia de un Dios bondadoso que es sólo amor crea inmediatamente una dualidad, una fragmentació­n de la realidad que, de modo automático, reduce o anula su existencia. Si Dios es el bien, todo lo que no sea el bien ¿qué es?… Además, ¿qué sería el mal? En este sentido, la Cábala viene a determinar, como dice Abraham Abulafia, que el mal es el bien en posición incorrecta. 

También, al otorgarle atributos, masculinos o femeninos (generalmente masculino) excluye de manera marcada, automática y obvia a todo lo que no pertenezca a su género. Si Dios es masculino, ¿lo femenino que es?. Sin duda, es un gran error dotar a la Fuente original de toda la existencia de un atributo de un tipo o de otro, no podría ser. La Cábala también aclara este concepto ya que, en El Infinito, no existe masculino ni femenino. Del mismo modo que no hay bien ni mal, ya que no existe la fragmentación.

El Ein Sof como luz infinita que, tras su autocontración, crea el universo finito.

El individuo antropomorfiza a Dios para poder aprehenderlo. El problema es que al hacerlo lo conceptualiza, dogmatiza y por tanto reduce su existencia. En Cábala Se entiende que no se puede aprehender a Dios, su realidad es intangible para el ser humano. Para el Cabalista , Dios, es el Ein Sof, la unicidad de todo; somos, en esencia, fractales finitos de la Infinitud. Lo Infinito crea lo finito por autocontracción de Sí mismo, de lo que se deduce que la existencia es una realidad fractal dentro de otros elementos de mayor nivel que lo contienen. 

Por tanto, para concluir, la Unica manera que entendemos de comprender la existencia es dándole la vuelta y tratar de entender lo finito desde el Infinito (como hizo Isaac Luria), en lugar de tratar de atender lo Infinito desde lo finito.

RESUMEN

No es posible tener una imagen física y finita de Dios pues su realidad es inaprehensible para el ser humano ya que, tanto su existencia como su lenguaje, pertenecen a un espacio finito. Las imágenes que el individuo es capaz de hacer son copias de la realidad que conoce. Es, en este sentido, en el que muchas religiones (desde su dogmatismo) han prohibido el uso de imágenes.

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