«El hombre que tiene sabiduría es de gran entendimiento; el que es entendido es un hombre de buen juicio.»
Proverbios 17:27
Para la Cábala la inteligencia está identificada dentro de distintos niveles de consciencia en la dimensión de Biná, que representa todo el aspecto de razonamiento y comprensión lógica del individuo. A su vez, esta Sefirá, se encarga de estructurar todo el potencial de información inconsciente proveniente de Jojmá (esa parte intuitiva e inconsciente del individuo).
A nivel biológico, el cerebro se compone de tres segmentos: el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo. El cerebro es el centro del intelecto, el cerebelo coordina los movimientos corporales y el bulbo raquídeo transmite impulsos por todo el sistema nervioso. Entre los tres determinan la percepción consciente del ser humano. Estos tres elementos son cruciales, desde la perspectiva fisiológica, para poder aumentar el nivel de consciencia. Para algunos autores Jojmá (la sabiduría) se asentaría en el cerebro, Biná (el pensamiento estructurado) en el cerebelo y Daat (el conocimiento) en el bulbo raquídeo.
A lo largo de la historia, la inteligencia venía incrementándose. Durante todo el siglo XX este incremento fue de 3 a 5 puntos cada década. Causas como la mejora en la nutrición, la escolarización, o la mejora en los métodos de enseñanza podrían estar detrás de esta mejora denominada «Efecto Flynn». Este crecimiento en la inteligencia tiene su aspecto positivo en cuanto a que el individuo tiene una mayor capacidad de entender la realidad que le rodea. Pero, al tener la dimensión de Biná, una característica restrictiva, también podría suponer una desflexibilización de todas las demás áreas sobre las que ejerce influencia provocando un desequilibrio en el sistema. No obstante, en los últimos años, ha surgido un motivo de alarma y es que parece ser que los niveles de inteligencia están frenándose, incluso disminuyendo en algunos aspectos.
Según un estudio publicado por San Diego State University, University of Georgia y Hogan Assessment Systems, el efecto que hacía que cada generación fuera más inteligente, parece estar ralentizándole y se está observando una disminución en este sentido. En el mencionado estudio, se llevaron a cabo mediciones de la capacidad cognitiva como razonamiento matricial (razonamiento no verbal), series de letras y números (razonamiento computacional-matemático), razonamiento verbal y rotación 3D (habilidades visoespaciales). Se observó una tendencia a la baja en esas capacidades cognitivas. Sólo se mantuvieron altas las habilidades visoespaciales. Los autores atribuyeron los resultados a causas como que se estuviera tocando techo en la inteligencia humana; el exceso de exposición a medios digitales; el detrimento de la calidad de la enseñanza; y los cambios en las exigencias y perspectivas sociales.
Es posible que la capacidad cognitiva del individuo se haya visto mermada por todos estos aspectos. Sin embargo, es posible que al acceder a una era de información y de conocimiento, se haya producido en las sociedades una mayor posesión de sabiduría y disminuido la capacidad de entender. Aún siendo siempre preocupantes los datos de merma en cualquiera de los atributos de la Creación, es posible que sólo sea una pequeña desestabilización de las muchas que se producen en el sistema para que, a posteriori, éste rectifique y mejore.
Es posible que, en el pasado, las estructuras más rígidas propiciaran el desarrollo de una Biná más fuerte y, las estructuras actuales (más laxas) den como resultado una disminución en esta dimensión, otorgándole más fuerza a las otras. Quizá suponga un paso en el avance hacia la era mesiánica, dónde sabiduría con entendimiento estará más regida por la sabiduría.
Fuentes:
«Declines in vocabulary among American adults within levels of educational attainment», 1974–2016 (link)
Kramer, J., & Sutton, A. (2002). Anatomía del Alma (2.ª ed.).