Antes de que todas las cosas hubieran sido creadas… la luz trascendental era simple y llenaba toda la existencia. No había un lugar desprovisto de existencia que pudiera servir de “espacio” o “vacío”. Todo estaba lleno con la Or (luz) simple de Ein Sof. No había categoría de inicio y tampoco de final. Todo era una luz infinita, simple e indiferenciada.
Cuando surgió en Su Voluntad crear todos los universos, restringió Su luz infinita, distanciándola hacia los lados en torno a un punto central, dejando así un espacio vacío en medio de la luz de Ein Sof… Este espacio era perfectamente esférico…
Después de esta restricción… apareció un lugar en el cual se pudiera hacer existir (Atzilut) a todas las cosas, crearlas (Beriyá), formarlas (Yetzirá) y completarlas (Asiyá). Entonces el Creador hizo que un rayo simple de Su luz infinita se proyectara hacia este espacio vacío… El extremo superior de este rayo tocaba la luz infinita de Ein Sof que rodeaba ese espacio, y se prolongaba hacia su centro. Fue a través de este rayo a modo de conducto que la luz de Ein Sof se extendió en todo el espacio vacío.
Rav. Isaac Luria
Este texto del siglo XVI del Rabí Isaac Luria define el proceso de la Creación del espacio tiempo, mucho antes de que el big Bang fuese una teoría aceptada por los científicos como el origen del universo. El sabio defiende un espacio Infinito antes de la existencia y que albergaba la totalidad con una plenitud de luz infinita que, en un momento determinado, produce una autocontracción en un punto para desde ese punto expandirse.
En un primer (llamémoslo) momento, el Ein Sof se autocontrae para dar lugar a Adam Kadmon (Universo Primigenio llamado hombre primordial). En este plano se pueden «apreciar» distintos tipos de frecuencias altas de las que se obtienen otras dos, más bajas, que llamamos energías (dentro del Infinito); estas energías dan lugar al proceso de la creación de los distintos universos EMANACIÓN – CREACIÓN – FORMACIÓN – ACCIÓN.
En el menos denso de los Universos, Atzilut (Emanación), se van a dar lugar las distintas combinaciones de energías del Infinito que ingresarán en el Universo de Briá (creación); y, por autocontracción, en los inferiores de Yetzirá (formación) y Asia (Acción).
Los Cabalistas hablan de dos momentos Tzimtzum Alef y Tzimtzum Bet, pero algún otro hace referencia a un Tzimtzum primigenio que dio lugar al Universo Primordial (Adam Kadmon). Lo que todos parecen considerar claro es que hay un primer momento en el proceso de la creación (Tzintzum Alef) que crea el espacio vacío con un tremendo choque de energías en ese espacio vacío incapaz de albergar tanta Luz. Y habría un segundo «momento’ en el que se reconfigura la energía que ha vuelto al Infinito, en el Universo de transición que llamamos Atzilut, y vuelve a ingresar en el espacio recién creado dando lugar a la Creación.