Estructura del Árbol De La Vida

Explicación de la organización del Árbol De La Vida: Los tres pilares.

Introducción

En el orden cosmogónico, cuando se crea el universo, hay un primer momento en que las energías del Infinito entran en el espacio vacío recién creado. Estas energías entran de modo autónomo sin interconexión entre ellas por tanto, están en un plano finito y no interactúan unas con otras. No existe en ellas la capacidad de poder recibir energía infinita infinitamente ya que están en un plano restringido y, además, tratan de imponerse sobre las otras con lo que se rompen al no poder albergar tanta Luz proveniente de un plano superior Infinito. A esto es a lo que los Cabalistas llaman ruptura de las vasijas que no es más que la ruptura de esa capacidad – ahora finita – de energías que tienen origen infinito.

Estas energías tienen que volver al Infinito y reconfigurarse para poder volver a ingresar en el espacio finito ahora sí, de modo interconectado. Debe producirse un flujo de energía bidireccional y organizada entre el Infinito y el espacio finito recién creado y, también, entre las distintas dimensiones tiene que haber un equilibrio para que exista la realidad. Esto es lo que representamos con el Arbol de la Vida y los veintidós canales.

El  Árbol De La Vida es, por tanto, un mapa utilizado desde hace milenios por distintas civilizaciones (en modos distintos) y que nos permite entender la realidad. Suponen la manifestación de la energía divina en el plano material para poder hacerse perceptible. Esta emanación de energía se produce en 10 niveles con interconexión entre ellos de 22 canales. 

Gracias al Arbol de la Vida podemos comprender, interiorizar y aprehender todo lo cosmogónico, cosmológico, la realidad material y la psique humana. 

En este artículo vamos a explicar la estructura del árbol en base a los tres pilares que lo componen: la línea de la izquierda, del centro y la derecha.

Los tres pilares:

El arbol de la vida está dividido en tres líneas verticales que representan energías expansivas (el canal de la derecha) y energías restrictivas (el canal de la izquierda). El canal del centro o pilar central es el canal de equilibrio y ascenso.

Los dos canales de los lados, en conjunción, suponen la armonía perfecta ya que no pueden ser el uno sin el otro. Por poner un ejemplo, si vemos la dimensión de la Sefirá Jesed (la generosidad) y vemos que su deseo de dar no tiene límite, necesitará que, del otro lado, haya una restricción por parte de la dimensión de la Sefirá Guevurá que pondrá límite a esa expansión de la generosidad de Jesed. Y, será en el canal del centro, mediante Tiferet donde se producirá el equilibrio de las dos fuerzas. Aunque Jesed y Gevurá tienen más presencia en otras dimensiones por la interconexión mediante los canales.

Las energías expansivas del canal de la derecha, deben ser restringidas por las energías restrictivas de la izquierda para que pueda haber armonía en el ascenso por el canal central. Por tanto, la polaridad que se establece entre los canales de los extremos, uno con otro, se equilibra con la sefirá que cae en medio.

En todo el plan general de la creación, no se pretende la dualidad y la diversificación sino que exista un equilibrio en todo, por ello existe la complementariedad de los pilares con el eje central.

En resumen: Tenemos un canal de la izquierda que supone la forma, la severidad y el deseo de recibir; un canal central que representa el equilibrio, la idea de recibir para compartir y los niveles de conciencia; y, por último, el canal de la derecha que supone el deseo de dar, la sabiduría, la generosidad y la inteligencia inconsciente.

Canal de la izquierda:

En él encontramos las dimensiones del entendimiento, el juicio y la gloria (Biná, Guevurá y Hod). Son las energías restrictivas del  Árbol De La Vida. También se conoce como el lado femenino del árbol. Su función es limitar toda la energía expansiva que viene de la otra columna.  De este modo, Biná (el entendimiento) que supone la inteligencia racional y el pensamiento estructurado en un individuo restringirá toda esa fuerza expansiva que supone la inteligencia inconsciente del individuo. En el plano cosmogónico, creación del universo, supondría restringir toda la luz divina en estado puro que viene desde Jojmá.

Entender la necesidad de la restricción es entender la creación misma ya que, de no ser así, el exceso de energía proveniente de lo superior, destruiría todo lo que no lo pudiera contener. 

Biná es restricción para Jojmá; Guevurá es restricción para Jesed y también para la energía que le viene de arriba desde Biná y, así con todas las conexiones; y, Hod sería restricción para Netzaj.

Canal de la derecha:

La columna de la derecha supone la expansión desde los niveles más altos a los más bajos. En ella se encuentran las Sefirot que llamamos dimensión masculina del árbol de la vida aunque debemos hacer una puntualización: ya que también están interconectadas entre ellas, podríamos decir que Jojmá tiene una dimensión masculina respecto a Jesed y Jesed femenina respecto a Jojmá al estar en un nivel inferior. Pero, en lo que estamos analizando que es las estructuras de las columnas del Árbol De La Vida entendemos que el pilar de la derecha supone la energía masculina o expansiva del árbol . En este sentido entendemos que la columna de la derecha es la que impulsa, la que genera el movimiento. 

En el caso de Jojmá que recibe directamente la energía de Kéter, del plano infinito, apenas podríamos entender la diferencia de energía en ambas Sefirot pero sí vemos que existe un cambio de dimensión por tanto Jojmá tiene una capacidad muy elevada de dar luz y necesita de la restricción de Biná que es la que va a suponer la estructura y la forma para que podamos captar esa Luz que llega mediante Jojmá. Biná es la que pondrá freno a toda esa energía y hará que podamos, además, comprender esa sabiduría divina.

Canal central

En el canal central vamos a encontrar el ascenso y el descenso de los planos superiores a los inferiores y viceversa. La dimensión trascendente de Kéter y toda su energía va a manifestarse en Malhut, la dimensión más densa del Árbol De La Vida y que supondrá nuestra realidad material (en lo cosmogónico el Universo de Asiá). 

Las Sefirot del canal central son Maljut, Yesod, Tiferet y Kéter. Estas dimensiones de equilibrio son las que van a servir de unión a la polaridad de los canales de los lados y darán equilibrio y armonía al Árbol De La Vida.

La existencia misma se basa en que esta polaridad encuentre un equilibrio porque aunque el movimiento se basa en la polaridad, gracias al equilibrio existe la realidad del plano físico que conocemos.

Plano de la psique humana

Igual que las Sefirot, que componen los tres canales del Arbol de la Vida, debemos entender que somos un sistema de dimensiones interconectadas y que deben tender al equilibrio para tener una vida armoniosa y feliz. 

Debemos compensar nuestros defectos y desequilibrios con la polaridad contraria para crecer personal y espiritualmente. Nuestra capacidad de dar y recibir debe tener un punto medio donde se iguale la balance. 

En este sentido debemos tener una sabiduría con entendimiento y un entendimiento con sabiduría, las dimensiones de Biná y Jojmá que se equilibran en su punto más alto con la Sefirá de Kéter. En este punto, como Kéter es la conexión entre lo transcendente y lo inmanente será Daat quien equilibre Jojmá y Biná.

Dar con generosidad pero con límites a la vez que poner límites con generosidad equilibrando estas dos fuerzas en la Sefirá de Tiferet que, además, supone el centro del  Árbol De La Vida y, además es la Sefirá del amor. 

Cualquier tendencia a polarizar hacia uno de los dos lados, restrictivo o expansivo, provocará un desequilibrio dentro de la estructura del crecimiento del individuo (sea a nivel personal o espiritual), por tanto los canales – en conjunción – lo que producen es la armonía de la persona.