El cuidado del cuerpo y la salud

“La lámpara de Dios es el alma del hombre”
Proverbios 20:27

El texto nos enseña que el alma de la persona es una lámpara y emite un destello de la luz del Creador, (Shlezinger, 2015). Al decir que el alma es una lámpara, la está separando de la luz que irradia dicha lámpara. La luz que irradia la lámpara sería la Luz Divina, un destello y un fragmento de la Esencia Infinita del Creador.

Del mismo modo que el alma humana es un fragmento de esa Luz Divina, los distintos niveles del alma son revestimientos de esa Energía Raigal proveniente del Infinito (Ein Sof). En el gráfico podemos comprobar como cada nivel del alma humana engloba al anterior. El nivel de alma Nefesh estaría ocultando o revistiendo al nivel de Ruaj; y, Ruaj a su vez, estaría ocultando o revistiendo el nivel de alma Neshamá. 

imagen de aprendecabala.com
diseño de Mario Olivera

El nivel de alma más denso, Nefesh, alma biológica dentro del universo de Asiah, guarda en su interior destellos fractales de esa Energía Infinita (según los cabalistas, hasta las piedras tienen alma). De algún modo, como dice Jay Michaelson, «Todo es Dios». Esto tiene una relación directa con el cuidado del cuerpo y la salud.

El cuerpo humano es el sostén de Nefesh. La responsabilidad del individuo es su cuidado y aprovechamiento máximo, ya que es el vehículo que nos permite interactuar con el plano físico de la Existencia. El origen de toda enfermedad y todo mal tiene varias vías pero, en ocasiones, el origen es el propio individuo. En consonancia con esta realidad, en la Cábala se ha hecho un profundo análisis de las energías y su relación con la salud. En Cábala práctica se consigue, de hecho, mediante meditaciones profundas y otras técnicas sanar aflicciones, sufrimientos e incluso algunas enfermedades. 

El primer concepto Or (Luz) y Kli (recipiente) es el que nos sirve de punto de partida. En el comienzo de la Creación, Tzimtzum Alef, se produjo un desequilibrio en el espacio vacío recién creado por la entrada de tanta Luz proveniente del Infinito. El recipiente (Kli) no pudo soportar tanta Energía; ésto provocó que los distintos niveles de esa Energía (las Sefirot) chocaran entre ellas y no pudieran estar en ese espacio limitado. Haciendo un paralelismo, esta explicación del comienzo de la Creación, nos ayuda a entender como el cuerpo humano no puede albergar más allá de sus límites.

La moderación en el cuidado del cuerpo hace de este un cuerpo sano. Comer poca cantidad, que los alimentos sean saludables, practicar ayuno, hacer ejercicio y complementar la dieta con minerales y vitamintas dará salud y bienestar. El sistema inmune se reforzará y se evitarán enfermedades. Pero los hábitos saludables no deben ser únicamente variables en el terreno físico. Está más que demostrado que las afecciones en el terreno anímico afectan en gran medida a la salud del individuo. En este sentido se ha establecido ya una relación directa entre el estrés y las afecciones cardíacas, el sobrepeso, la tensión o algunos tipos de cáncer. Por consiguiente es fundamental tener también hábitos saludables en cuanto a la gestión del estrés para que no desemboque en ansiedad y otras enfermedades. 

La Cábala nos enseña a ampliar nuestro nivel de percepción consciente lo que supone una gran ayuda en el ámbito del cuidado de la salud. Tener una sensación de conexión con nuestro nivel de alma biológica (Nefesh) mediante su cuidado y sanación permite la armonía en los demás niveles del Alma.

Por último, la práctica meditativa regular permite al individuo estar en un estado de gratitud y plenitud en el que conecta con todas sus demás dimensiones (plano consciente e inconsciente) a la vez que alinea sus niveles de Alma. Algunas técnicas como el Tikkun Hanefesh (una práctica meditativa muy avanzada) consigue el equilibrio en todo el cuerpo. Acompaño un gráfico de esta práctica de la que haremos un tutorial sobre cómo utilizarlo.

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