Día 1 – Tzimtzum como acto creador interior

El Tzimtzum es creación desde el vacío. El Ein Sof no se impone, se contiene. Esa contención es el primer acto de amor, la primera forma de dar espacio al otro. Cuando hacemos lo mismo en nuestra vida, convertimos cada encuentro en un acto creador.
Contener la propia luz es una forma de sabiduría. La energía que se recoge, se vuelve dirección. El silencio justo, la pausa precisa o la emoción sostenida con consciencia abren realidades nuevas.

Ejercicio

Tres actos de Tzimtzum personal
Hoy elige tres momentos del día para ejercer tu propio Tzimtzum:
• Durante una conversación, escucha sin interrumpir. Haz espacio real para que el otro se exprese.
• Frente a una emoción fuerte, quédate presente y siente su energía sin reaccionar.
• Antes de tomar una decisión automática, detente. Respira. Permite que aparezca una opción más alineada con tu centro.
Después de cada experiencia, anota una frase que resuma lo que ocurrió.

Reflexión:

El alma se revela cuando hay espacio
Cada vez que haces espacio, algo Divino se manifiesta. El alma no necesita imponerse. Cuando te abres, se deja sentir.

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