Generosidad y naturaleza compasiva en el amor
Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
Haiom iom echad laomer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer.
Hoy es el primer día del Ómer.)
Mantra de meditación
אל אוה אהבה
El Hu Ahavá – Di-s es Amor
Jesed, el amor, es el motor que impulsa la existencia misma. Se revela como el vínculo sagrado que une todas las facetas del universo. Es la fuerza que fluye desde lo Divino hacia el mundo material. Se caracteriza por su naturaleza compasiva y misericordiosa.
Cuando nos conectamos con esta energía, trascendemos los límites de nuestro ser individual y nos abrimos a la experiencia del otro. Este acto nos permite conocer a la otra persona y permite que esa persona nos conozca en un nivel profundo y auténtico. En este intercambio, encontramos la oportunidad de reflejar la divinidad que reside dentro de cada uno.
Sin embargo, el amor verdadero requiere un análisis profundo de nuestro propio ser; nos lleva a mirar hacia adentro y cuestionar nuestra capacidad para amar de manera desinteresada y generosa. ¿Estamos dispuestos a dar sin esperar nada a cambio o nos aferramos a nuestro egoísmo y preocupaciones personales?. Además, el amor nos enfrenta a la posibilidad de ser heridos. Nos confronta con nuestra vulnerabilidad y nos invita a asumirla con valentía.
Nuestro ejercicio de este primer día de Omer consistirá en expresar nuestro amor hacia los demás; ofrecer gestos de bondad, palabras de aliento o actos de altruismo. Busca formas de expresar generosidad a aquellos que son importantes para ti como a aquellos que te son desconocidos. Muestra amabilidad siendo consciente de tus emociones y como las exteriorizas. Medita sobre si estás dispuesto a dar amor de manera auténtica. Pon el foco en tus intenciones, observa si están condicionadas por tu comodidad, conveniencia o esperando algo a cambio.