47 días de Omer. Séptima semana, quinto día, Hod de Maljut

La humildad y la gratitud en nuestra realidad

Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer).
Haiom shivá vearbaím iom shehem shishá shavuot vajamishá iamim laomer.
(Hoy es cuarenta y siete días, que son seis semanas y cinco días del Ómer).

La energía que exploramos hoy nos invita a ser conscientes de que formamos parte esencial de un Plan Universal. Esta percepción nos hace ver lo minúsculos que somos ante la grandeza de todo lo que podemos percibir. Hod de Maljut supone la apreciación de este regalo que es la existencia. 
Se asocia con la humildad, la gratitud y el reconocimiento de la grandeza que nos rodea. En Maljut, que representa lo manifestado, esta dimensión nos enseña a ver nuestra vida como una parte integral de una estructura superior y a aprender a apreciarla.

El valor de ser agradecido supone darse cuenta y valorar las bendiciones y oportunidades que se nos presentan. Las oportunidades de éxito, crecimiento personal, bienestar social y salud son energías relacionadas con la abundancia que todos apreciamos. Sin embargo, es importante señalar lo relevante de todo aquello que consideramos como malo, ya que nos hace aprender, crecer y desarrollarnos.

En este plano físico, a partir de este reconocimiento y gratitud por entender que la PROPIA existencia es un don que se nos da, nos lleva a corresponder con la mayor RECIPROCIDAD posible. 
Esto se traduce en acciones relacionadas con las buenas obras, el tratar a nuestro entorno con respeto, practicar la generosidad y la compasión, y reconocer nuestra interconexión con el Todo.

Reflexionamos sobre la interconexión de todo y nuestra implicación en esta matriz; por tanto, se nos invita a cuidarnos de lo que hacemos y decimos, ya que tiene una gran repercusión en dos ámbitos: nuestro entorno y nosotros mismos.
En el ámbito de nuestras relaciones sociales, lo que hacemos y decimos moldea nuestra realidad, ya que tenemos libre albedrío. Se dice que somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras. Si lo hacemos para el bien, haremos de la existencia un lugar maravilloso, pero cuando caemos en las malas inclinaciones y el vicio del habla, generamos una estructura destructiva en los demás, pero sobre todo en nosotros mismos. Es el poder creativo que tienen nuestras palabras para manifestar nuestra realidad.

Reflexiones
¿Soy consciente de todos los dones que recibo, desde el más insignificante?
¿Me considero parte de un Plan Universal más grande al que estoy unido y vinculado con todos?
¿Soy consecuente y asumo que mis acciones construyen mi entorno y que tienen repercusión en los demás?

Ejercicio del día
Muestra tu gratitud en tu entorno, en las cosas más minúsculas e insignificantes. Haz un reconocimiento cada vez que percibas algo bueno que te pase.

Que este valor de la gratitud y la humildad sirva en nosotros como reconocimiento de lo que es, un atributo Divino, y nos guíe en nuestra existencia.

Shalom a todos