Persistencia en la dignidad
Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer).
Haiom shishá vearbaím iom shehem shishá shavuot vearbá iamim laomer.
(Hoy es cuarenta y seis días, que son seis semanas y cuatro días del Ómer).
En cualquier acto que llevemos a cabo en esta realidad que percibimos, tenemos dos elementos que poseen una dimensión superior: la intención y la voluntad. Ambas se ven enriquecidas por el trabajo de refinamiento de nuestra alma mediante buenas acciones, estudio continuado y meditación profunda. Un valor que emerge con fuerza como dinamizador de este trabajo es nuestra capacidad de ser persistentes, representada por el atributo de Netzaj, que nos conduce hacia nuestras metas. Estos son los valores que integramos hoy dentro de esta dimensión energética de Maljut.
Simbólicamente, Netzaj está representado por Moisés, cuyos valores de perseverancia y liderazgo quedan demostrados al liberar a Israel de la esclavitud, simbolizada por Egipto, superando sus conflictos internos y limitaciones personales, y liderando al pueblo por el desierto. El desierto simboliza la transformación, un contexto para la introspección, la prueba y la renovación, donde aparecen momentos difíciles y adversidades que uno debe enfrentar. Israel representa la lucha constante para vencerse a uno mismo, sostener el esfuerzo y superar las dificultades.
La clave de la evolución personal en todos los planos y dimensiones, pero con más fuerza en Maljut que es donde todo se manifiesta, es el esfuerzo por mantener siempre una perspectiva positiva, viendo cada situación como elementos que sirven para aprender y mejorar. Nos conduce a ser la mejor versión de nosotros mismos, a crecer mientras ayudamos a los demás, explorando en nuestro interior y encontrando la Shejiná que reside en nosotros.
Planteamientos:
¿Hay áreas de mi vida en las que necesito ser más perseverante pero teniendo un equilibrio correcto para no avasallar a los demás?
¿Puedo enfrentar las situaciones y obstáculos con nobleza y dignidad o estoy actuando de cara a contentar a los demás?
¿Estoy haciendo lo que los demás esperan que haga o estoy aunándome con el plan general de la Creación en ser determinante a la hora de irradiar Luz en este plano físico?
Ejercicio del día:
Observa alguna situación cotidiana de las que se presentan y que dejas pasar sin actuar; evalúa todas las excusas que te pones para no enfrentarla. Ahora haz una autoevaluación y encuentra si es el resultado de una falta de motivación, convicción o confianza en ti mismo.
Que esta dimensión energética de la perseverancia dentro de nuestra realidad nos ayude en nuestro crecimiento y hacer de nuestro entorno un lugar mejor.
Shalom a todos