La unión en el proceso de vinculación
Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer).
Haiom ejad vearbaím iom shehem jamishá shavuot veshishá iamim laomer.
(Hoy es cuarenta y un días, que son cinco semanas y seis días del Ómer).
En el día de hoy nos adentramos en la esencia de Yesod, donde se establece el mayor grado de acogida en nuestras relaciones con el entorno y sintetizamos la energía de conexión del plano superior con el inferior; también nos lleva a establecer el vínculo con todas las áreas de nosotros mismos, lo que tiene su repercusión en nuestras relaciones con todo lo demás.
Yesod representa la base sobre la que se dimensiona toda la realidad. Es el canal donde se produce la conexión del plano superior con el inferior: el reino espiritual con el material. La energía de hoy nos invita a adentrarnos en la naturaleza misma de esta conexión, donde se posibilita la manifestación de las energías en nuestra realidad. Este espacio simboliza el punto de encuentro entre la luz y la sombra, brindándonos la oportunidad de alcanzar una comprensión total de la realidad.
Sin embargo, al ser el lugar donde se encuentran la luz y la sombra, también puede generar una percepción errónea en lugar de una comprensión total. En el plano social, esto puede llevarnos a vivir en un espejismo, alejados de nuestra dimensión energética raigal, cayendo en una existencia idolátrica donde lo más importante se encuentra en el exterior. Esta desconexión de nuestro ser natural es fuente de sufrimiento.
Por el contrario, cuando se trabaja de manera correcta con la energía de Yesod, podemos cultivar patrones relacionales sanos y desarrollar la intuición, la receptividad y la conciencia emocional, construyendo una conexión profunda con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Nos invita a enriquecer nuestra capacidad de regular emociones y establecer una profunda conexión entre nuestro estado emocional y el bienestar físico y espiritual. Partiendo de la premisa de la estrecha relación entre el ámbito emocional y las enfermedades, el trabajo que realicemos en esta dimensión será crucial para nuestra salud.
También puede interpretarse como el punto donde se alcanza la finalización de un proceso para dar paso a un nuevo comienzo. Representa la esencia de la fundación, la base sólida sobre la cual se construye la realidad. Simboliza la culminación de los procesos espirituales descendentes y la canalización de los ascendentes, marcando el cierre de etapas y la semilla del crecimiento del individuo hacia los mundos superiores..
En el ámbito de este proceso, la clave reside en permitir el paso del amor y la comprensión hacia todo lo que nos rodea, ya que está ahí para potenciar, no para frenar, nuestro crecimiento. Todos los obstáculos materiales y sociales, a pesar de su aparente dificultad, son necesarios para desarrollar nuestra intuición, sensibilidad y receptividad, elementos esenciales para que nuestra psique trascienda y alcance un nivel superior de conciencia.
Planteamientos de hoy:
¿Qué obstáculos encuentro en mis interacciones sociales para ascender en mi proceso de desarrollo espiritual?
¿Estoy dejándome afectar por los demás hasta el punto de que son la esencia de mi existencia?
¿Es mi entorno la causa de mi sufrimiento impidiéndome ver cual es mi función en este plano?
¿Me alejo de los demás en aras de mi creencia de que interrumpen mi crecimiento?
¿Tengo miedo a vincularme por experiencias pasadas?
Ejercicio para el día:
Siéntete cómodo por todo tu entorno y trata de entender su función en tu crecimiento personal y espiritual. Se amable con todos aquellos que te rodean y evalúa la experiencia desde una perspectiva objetiva, desvinculándote de la situación para poder observarla con claridad.
Que esta energía canalizadora de Yesod de Yesod nos ayude en nuestro proceso de transición hacia los mundos superiores
Shalom a todos