34 días de Omer. Quinta semana, sexto día, Yesod de Hod

El compromiso en la humildad

Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer)
Haiom arbaá usheloshim iom shehem arbaá shavuot veshishá iamim laomer.
(Hoy es treinta y cuatro días, que son cuatro semanas y seis días del Ómer)

Yesod de Hod nos invita a considerar el papel que representamos ante los demás, cómo nos presentamos al mundo. Nos enseña la importancia de proyectar una imagen positiva, de manifestar lo mejor de nosotros mismos. Es crucial recordar que la negatividad atrae más negatividad; cuando nos enfocamos demasiado en nuestras debilidades y en la distorsión de nuestra imagen egoísta, atraemos hacia nosotros energías adversas.

La humildad en las relaciones interpersonales, por tanto, se convierte en un aspecto fundamental de la existencia ya que va a permitir que tengamos relaciones estables y duraderas con nuestro entorno. Saber ceder cuando hay que hacerlo y saber poner límites se ven reflejados en este atributo energético que es Yesod dentro de la dimensión de Hod, ya que representa el aspecto interpersonal de cada ser humano.

Estamos imbuidos de la luz del Creador y esta es la luz que reflejamos hacia nuestro entorno; es mediante la modestia y el acotamiento de toda nuestra potencia, como la hacemos llegar. Demasiada energía o dejar salir lo peor de nosotros, tiene un poder destructor a nuestro alrededor que, a la larga, nos destruye a nosotros. Es por eso que hay que vigilar mucho las emociones hacia el exterior y no dejarnos llevar por , por ejemplo, la ira.

Al adoptar la visión divina y reconocer la luz en nosotros y en los demás, es cuando irradiamos bendiciones y positividad en nuestro entorno. El día de hoy supone contemplar la unión y compromiso con la fuente, nuestro propósito vital nuestra razón de encarnar. Aquí, rectificando en este caso precisamente el fundamento de nuestra sinceridad, de nuestra expresión estructurada, articulada de cómo percibimos la realidad y de cómo nos percibimos y presentamos de cara al mundo, lo cuál tiene que ser, de modo equilibrado

La necesidad de unirnos con los demás se manifiesta en esta dimensión, pero debemos plantearnos: 
¿Mi humildad me separa de los demás?

Ejercicio para el día:
Enfócate en que tu humildad siga para construir relaciones saludables y deshacer aquellas que pudieran parecer tóxicas. Acércate a aquellos que más aborreces desde una posición de humildad (no sumisa) y trata de ser asertivo en tu comunicación hacia ellos. Evalúa las mejoras en tu vida y en tu relación con ellos.

Que esta dimensión energética nos ayude en nuestras relaciones con los demás de una manera armoniosa.

Shalom a todos