La tenacidad en la humildad
Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer).
Haiom shenáyim usheloshim iom shehem arbaá shavuot vearbaá iamim laomer.
(Hoy es treinta y dos días, que son cuatro semanas y cuatro días del Ómer).
Hoy exploramos y nos adentramos en esta importante condición de la personalidad que es la persistencia. Como ya hemos señalado, la humildad no es una meta, es un camino que debemos transitar. En este tránsito, surgen dificultades regadas por las características de nuestra manera de ser. El orgullo, la soberbia, la vanidad, o el sentirse por encima de los demás. Por otro lado, existe la posibilidad de que, por una humildad mal entendida o por influencias del entorno, la persona se humille o acepte ser humillada. En ambos casos, el trabajo que se debe hacer para equilibrar ese aspecto requiere de tenacidad y constancia. Ese esfuerzo y empeño que nos lleva a realizarnos dentro de la finitud de nuestra existencia.
La humildad requiere un trabajo constante y es una cualidad intrínseca del desarrollo espiritual. Esto se debe a que la persona debe desvestirse e ir quitando las capas de vanidad y arrogancia para, tras ese desvestimiento, ascender a los planos superiores.
El refinamiento de nuestro ser a través de la tenacidad en nuestra sencillez y modestia hace que mejore nuestra capacidad de percibir y expresar nuestras emociones. Al hacerlo, mejoran nuestras relaciones y nuestra calidad de vida en general. La comunicación, representada en Hod con el lenguaje estructurado, es un proceso complejo que nos puede dañar y también dañar a los demás, por eso debemos ser juiciosos y persistir en el cuidado de su uso.
Planteamientos:
¿Qué áreas de mi vida podrían beneficiarse con la persistencia de la humildad? ¿Qué obstáculos personales o interpersonales me impiden ser más modesto?
¿Qué modelos admiro en los demás y que pueda adherir a mi propio camino de crecimiento?
¿Hay algún elemento de agresividad en nuestra forma de comunicarnos?
¿Nos herimos o herimos a los demás sin darnos cuenta, a través de nuestras palabras o nuestro tono de voz?
Ejercicio de hoy
Comunícate con dulzura al interactuar con los demás, sobre todo con aquellos con los que más te cuesta.
Que esta energía expansiva de Netzaj de Hod nos ayude y nos guie en nuestro proceso de crecimiento.
Shalom a todos