La disciplina en la humildad
Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer).
Haiom sheloshim iom shehem arbaá shavuot ushené iamim laomer.
(Hoy es treinta días, que son cuatro semanas y dos días del Ómer).
La humildad implica un equilibrio cuidadoso entre la firmeza con el respeto hacia uno y los demás. En el día de hoy profundizamos en los límites que uno debe tener, pero con control para no excedernos. Nos lleva a hacer una autoevaluación para saber si tenemos falta de humildad o si nuestra humildad viene condicionada.
Debemos tener la capacidad de analizar y evaluarnos con una perspectiva analítica y justa; reconocer nuestras limitaciones y errores, y estar dispuestos a corregirlos sin dejarnos llevar por el ego, nuestro peor enemigo cuando éste toma el control de nuestras acciones. Esta autoevaluación constante es esencial para el crecimiento personal y espiritual, ya que nos permite aprender de nuestras experiencias y mejorar continuamente.
En definitiva se traduce en buscar el equilibrio entre ceder y mantenernos firmes, actuar con respeto y reconocer la grandeza de lo que nos rodea. Nos lleva a escuchar otras opiniones y empatizar con los comportamientos de los demás. Por otro lado, la fortaleza y firmeza hace que defendamos nuestras convicciones y actuemos con integridad y honestidad.
Supone abordar los compromisos con un espíritu de apertura, cortesía, tolerancia y sobre todo disposición para aprender. Al comprometernos con humildad, demostramos respeto hacia los demás y enriquecemos nuestro crecimiento personal.
Reflexión ¿Optamos por mantenernos en silencio y evitar el conflicto, o nos comprometemos activamente de manera respetuosa?
Ejercicio para el día:
Dedica un tiempo a reflexionar sobre tus acciones y pensamientos recientes. Identifica áreas en las que podrías haber actuado con más humildad. elige una situación específica en la que puedas aplicar esta combinación de humildad y disciplina.
Que esta gran virtud de la humildad con el componente de la disciplina nos permita fortalecer nuestro carácter y enfrentar las situaciones con sabiduría y discernimiento.
Shalom a todos