21 días de Omer, tercera semana, séptimo día, Maljut de Tiféret

Nobleza y dignidad en la compasión

Baruj Atá A-do-nai, E-lo-he-nu Melej HaOlam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al Sefirat HaOmer.
Haiom ejad veesrim iom shehem sheloshá shavuot laomer.
(Bendito eres, Oh Señor, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste contar el Ómer.
Hoy son veintiún días, que son tres semanas del Ómer.).

Maljut representa tanto el dominio sobre la materia como la encarnación de nuestro ser interior y valores como la dignidad y la nobleza. Es la exteriorización de nuestros valores, creencias y potencialidades internas para influir positivamente en nuestro entorno. Para el alma, encarnar significa pasar del plano espiritual al material, donde realiza su rectificación, y es a través de estos valores que se eleva nuevamente al reino espiritual. En este día, observamos cómo la manifestación divina se manifiesta en el mundo con belleza y armonía.

Cuando hablamos de belleza, nos referimos tanto a la belleza y armonía internas como a las manifestaciones externas de amor y empatía hacia los demás.

En Tiferet, la Sefirá del autoconocimiento, este proceso se desarrolla mientras nuestras motivaciones, deseos y aspiraciones se reflejan en el mundo físico. Es en este plano donde nuestras fortalezas y debilidades se hacen evidentes. Maljut de Tiferet nos impulsa a alinear nuestras acciones con nuestra naturaleza interior.

Para relacionarnos con los demás y con nosotros mismos, debemos reconocer y actuar desde el respeto, valorando la independencia de cada persona, quienes, al igual que nosotros, poseen libre albedrío. Esto nos lleva a actuar de manera coherente con nuestras creencias e integridad, garantizando la autenticidad de nuestras acciones hacia los demás.

En este día, nos cuestionamos:
¿Mi compasión respeta la dignidad del otro?
¿Estoy demostrando mi amor de manera que respete la autonomía y el valor de cada persona?
¿Estoy ayudando realmente a mejorar la situación de la otra persona, o simplemente cumplo con un precepto moral para sentirme bien?
¿Me aseguro de que mi compasión no socave la autonomía y autoestima de los demás?

Reflexionemos sobre cómo entregamos nuestro apoyo y busquemos hacerlo de manera que respete el valor de cada individuo. En este día, busquemos formas de brindar apoyo que fortalezcan la dignidad y autoestima de la persona, enriqueciendo así nuestras interacciones con valores como el respeto, la nobleza y la integridad.

Ejercicio para el día:
Busquemos formas de mostrar compasión que empoderen a las personas necesitadas para ayudarse a sí mismas, fortaleciendo así su dignidad y autoestima.

Que esta energía de Maljut de Tiferet nos ayude en nuestro proceso de rectificación en este plano físico.

Shalom a todos